Sobre el Puerto de Cádiz desde el Foro de Debate Cádiz 2012 venimos proponiendo un debate, que no es local ni metropolitano, sino que se ha de inscribir dentro del proyecto general del Bicentenario como proyecto de Estado, que tiene que desembocar en un nuevo modelo de ciudad.
El Puerto de la Bahía se encuentra en lugares de cola dentro de los puertos españoles y nada airosos dentro de los puertos andaluces. Par ayudar a la ciudad a su mejora, necesita un salto cuantitativo y cualitativo. Sería deseable que el puerto encuentre su singularidad y aquellas especialidades que le den carácter innovador y que se fundamenten en actividades permanentes y no deslocalizables.
De momento lo que tenemos son varios factores positivos. Una magnífica situación de Cádiz en el nodo del Estrecho, uno de los más importantes y activos del mundo. Disponemos también de una variada tradición empresarial portuaria, con una estructura social que refleja la marcha conjunta de la ciudad y su puerto. Tenemos además la voluntad política de desarrollar una plataforma logística y tecnológica en Las Aletas, elemento esencial para dar carácter industrial y de innovación que de a nuestro propósito un sello diferencial. ¿Qué nos falta? Mirar más al mundo, mirar más hacia fuera, ser más ambiciosos, romper la rutina y debatir. Tendríamos que animar y ayudar a emprendedores y visionarios, que los hay, a encontrar estas especialidades, que las tiene que haber.
Observemos la evolución mundial del mercado de contenedores y su espectacular crecimiento del 15% en la ruta Este-Oeste en su paso por Singapur, Suez, Gibraltar, Panamá. Resulta que podemos estar ahí, ser alguien, hay negocio para todo el que se aplique con excelencia.
Para ello necesitamos una buena infraestructura portuaria, a la que se le pueda añadir actividades logísticas que dejen poso. La nueva Terminal de Isla Verde de Algeciras tiene una longitud de atraque de 1.900 m., una explanada de 72 Ha. y calados de 17,5 y 18,5 m. No necesitamos estas cifras, pero no las podemos perder de vista.
En cuanto al calado para poder recibir a la mayoría de los portacontenedores necesitamos del orden de 16m., y los debemos conseguir. Se están construyendo nuevos puertos exteriores, como los de Coruña y Gijón, por no citar más, donde se dispone de calado, pero se necesitan obras de abrigo de importes superiores al de nuestro posible dragado.
Añadamos a la buena ubicación y a una buena infraestructura, la actividad logística, e intentemos potenciar la importación-exportación. Una terminal de contenedores de este tipo proporciona empleo a cuatro veces más personas que las de simple trasbordo y supone ingresos del orden de dos veces más.
Cuando, como en el caso de Cádiz, no se dispone de una gran zona comercial e industrial cercana, cuando el músculo no está inmediato, para que nuestro Terminal sea algo más que de trasbordo, a las cualidades de la infraestructura, hay que añadir necesariamente unas magníficas comunicaciones con un hinterland más amplio y con el continente. Esto casi lo tenemos si ubicamos la nueva Terminal en la zona Norte de la Bahía y próximo a Las Aletas.
Como siempre ocurre con las infraestructuras, necesitaremos el elemento humano que gestione y opere responsable y eficientemente, y que las enormes posibilidades de formación y educación de la zona se vuelquen en ello. Sin la colaboración de la sociedad gaditana poco lograremos.
A todo esto se une el estar embarcados en un Plan de total renovación del puerto, y de ubicación de los antiguos y nuevos usos en lugares adecuados, pensando en lo mejor para Cádiz y su Bahía. Siempre puerto y ciudad y ciudad y puerto han ido a la par. Están casados en lo bueno y en lo malo.
Menos dificultad deberíamos encontrar en lanzar a Cádiz, con la ayuda del Bicentenario, como atracción turística de calidad, cultura y arte, que utilizara el puerto como centro de cruceros, pero no de alimentación de autobuses, sino de un mundo atraído por un Cádiz mejor mostrado y reconvertido en escaparate de sus valores únicos. La Barcelona postolímpica ha conseguido que su turismo de cruceros no se le marche a la Costa Brava, sino que tome por base la propia ciudad y pierda el estigma de estacional.
